"¿No te cansas de ver tantas veces la misma película?” Es una frase que probablemente le habrás dicho a tu hijo en más de una ocasión cuando le ves casi “obnubilado” mirando por enésima vez las escenas que ya debe conocer de memoria.
Sin embargo, la mayoría de los niños disfrutan muchísimo viendo repetidamente la misma película o dibujo animado. Y lo más curioso es que se mantienen concentrados como si fuera la primera vez. A pesar de que pueden haber memorizado algunos de los diálogos o incluso se ríen de antemano sabiendo lo que sucederá, no parecen aburrirse. ¿Cómo es posible? Existen varias razones.
Los niños no entienden por completo la película la primera vez que la ven
Aunque las películas infantiles tienen una velocidad más pausada que las de adultos, en la pantalla ocurren muchísimas cosas: intervienen varios personajes, hay conversaciones, se despliegan emociones, se producen reacciones… Con tantas cosas sucediendo al mismo tiempo, es muy fácil que los niños se pierdan varios detalles.
En otras palabras, la capacidad de atención y procesamiento cognitivo de los niños pequeños no puede seguir el ritmo, casi “frenético” para ellos, de la película. Obviamente, eso dificulta la comprensión de lo que está ocurriendo. Por eso, cada vez que el niño ve la película, capta nuevos detalles que antes no había percibido, lo cual le ayuda a apreciar mejor la historia.
Lo interesante es que a medida que el niño se familiariza con la historia y los personales, le resulta más sencilla. Dado que debe realizar un menor esfuerzo cognitivo, disfruta mucho más lo que ocurre y establece una conexión emocional más fuerte, lo cual hace que esa película le guste cada vez más.
La repetición les hace sentir que el mundo es un lugar seguro
Otra de las razones por la cual los niños pueden ver la misma película decenas de veces es porque disfrutan de la repetición. La repetición, que a muchos adultos nos hastía, a los niños les ofrece la sensación de que el mundo es un lugar predecible y seguro.
Cuando los pequeños pueden predecir lo que ocurrirá a continuación y validan sus expectativas, se sienten empoderados y tienen la confianza que les reporta saber que al menos pueden dominar un pedacito del mundo que para ellos aún es bastante caótico.
No debemos olvidar que a todos nos gusta predecir cómo irán las cosas, nos da la sensación de seguridad y sentimos una profunda satisfacción cuando vemos que nuestras predicciones eran certeras. Lo mismo les ocurre a los pequeños. De hecho, en ellos ese efecto es aún más pronunciado ya que muchas de las cosas que experimentan son nuevas, su cerebro se ve bombardeado continuamente de nueva información que puede llegar a ser abrumadora, por lo que la repetición es ese oasis de seguridad al cual aferrarse.
Es una valiosa estrategia de aprendizaje que estimula el pensamiento
Cuando los niños ven la misma película una y otra vez, predicen involuntariamente lo que va a ocurrir, lo cual les ayuda a desarrollar el pensamiento lógico y a comprender las relaciones causa/efecto, una habilidad compleja que resulta fundamental para que los pequeños puedan comprender el concepto de consecuencias.
Por otra parte, la repetición también es una de las mejores maneras para que los niños pequeños aprendan y adquieran nuevas habilidades. De hecho, a los niños también les encantan que los padres les lean una y otra vez los mismos cuentos, lo cual les permite entender mejor la historia, desarrollar la memoria y adquirir vocabulario.
En este sentido, un estudio realizado en la Universidad de Sussex confirmó que los niños aprenden más cuando se les lee algo una y otra vez. Los psicólogos analizaron a niños de 3 años, a algunos les leían la misma historia varias veces, a otros les leían historias diferentes, y comprobaron que los pequeños que adquirieron más vocabulario fueron aquellos que se expusieron a la repetición de historias.
Por tanto, cuando tu hijo quiera ver la película que ya ha visto decenas de veces, simplemente déjale. Su cerebro se beneficiará.
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