Sentirse niño o niña es algo muy natural para los pequeños. Al nacer, los bebés son niños o niñas con base a sus características físicas, es decir, dependiendo del sexo del niño/a.
Cuando los niños son capaces de expresarse pueden declararse a ellos mismos como niño o niña (o incluso algo intermedio), esto es lo que conoceríamos como la identidad de género. La mayoría de veces la identidad de género de los niños se alinea con el sexo biológico. Sin embargo, para algunos niños o niñas, hay diferencias entre su sexo biológico y la identidad de género que tienen.
La identidad de género puede ir ligado directamente a la identidad sexual.
El desarrollo de la identidad de género
A los dos años: Es alrededor de los 2 años cuando los niños son conscientes de las diferencias físicas entre niños y niñas.
A los tres años: A los 3 años, la mayoría de los niños son capaces de etiquetarse a sí mismos como niños o niñas.
A los cuatro años: A los 4 años, pueden tener un sentido claro de su identidad de género. Los niños aprenden el comportamiento del rol de género, ‘cosas de chicos’ o ‘cosas de chicas’, empezando normalmente por diferenciar los juguetes.
A los 5 años: Después de los 5 años la mayoría de los niños creen que los cambios de ropa o peinado no constituyen un cambio de género. Empiezan a incorporar el género a su propia identidad.
A los 6 años: Los niños y niñas empiezan a relacionarse con los demás miembros del grupo para buscar información relacionada con el género. Por ejemplo, los niños juegan más con los niños y las niñas con las niñas.
Entre los 7 y los 10 años: Es a partir de estas edades cuando los niños se relajan sobre los comportamientos que son estrictamente masculinos o femeninos y es en esta etapa cuando los niños y niñas pueden admitir o aceptar que les gusta jugar con camiones o al fútbol o jugar con muñecas o hacer otras cosas ‘asignadas a las chicas’… independientemente de sus características físicas.
Cómo los niños muestran su identidad de género
Además de las opciones de juguetes, juegos o deportes, los niños y niñas pueden expresar su identidad de género/sexual de otras formas, por ejemplo:
Con la ropa o el peinado
Con el nombre o con un alias con el que prefiera que le llamen
Con su comportamiento social
Forma y estilo de comportamiento: gestos, acciones verbales, etc.
Las relaciones sociales
Los niños necesitan que sus padres les respeten y les comprendan en su identidad de género, solo de esta manera podrán hacer frente a una sociedad que tiende a juzgar y a tener prejuicios aún en el siglo XXI.
Una buena comunicación desde que los niños son pequeños es necesario, además de no condicionar nunca su identidad y respetar sus decisiones y sus gustos e intereses personales. La identidad de género o la identidad sexual no es algo que se pueda cambiar, es así y punto.
Las cosas han cambiado y los estereotipos de género deben quedarse en el pasado. Ya no hay ‘cosas de chicos’ o ‘cosas de chicas’, ahora, todos pueden destacar en cualquier ámbito y sentirse libres.
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Fuente: Edukame
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