Niños con carácter difícil: ¿Cómo educarlos?

Es una realidad que todos somos distintos, y los niños no son una excepción, pero hay algunos, que tiene un carácter explosivo, son muy temperamentales y relacionarse con ellos es complicado. Estos niños son fáciles de identificar, ya que no es una simple pataleta la que hacen, si no que es una conducta que se repite una y otra vez con quien sea.

Cómo educar a estos niños

Es fundamental que los niños desde pequeños no vean en los adultos o sus pares esta conducta, ya que el niño imitará, pues él no puede determinar a su corta edad qué esta mal.

Todos nos enojamos alguna vez en la vida, y es algo normal en el ser humano, es parte del crecimiento y autodescubrimiento para saber qué cosas nos agradan y cuales no.

Por lo general, después de enojarnos, viene un periodo de calma en donde analizamos nuestro comportamiento y tratamos de arreglar las cosas. De igual manera, así como un adulto se calma y medita las cosas, se le debe enseñar al niño que él debe hacer lo mismo.

Hay que hacerle ver al niño que no es inevitable enojarse en la vida, pero que hay maneras de reaccionar.

Pero algunos niños son más temperamentales que otros, y tienden a explotar con cualquier cosa que no sea lo que ellos desean. Por lo general, estos niños son desde pequeños así, y pueden ir potenciando su comportamiento o corrigiéndolo, todo depende de los padres.

Hay que dejar en claro, que no se trata de un simple berrinche, una pataleta cualquiera, que es muy normal en los niños de 2 años. Se trata de un comportamiento que se torna habitual en el niño, y es como una bomba de tiempo.

Por lo que se ve esta conducta muy marcada incluso pasados los dos años, por ello se debe estar alerta para que los padres le presten atención y ayuda a su hijo.

Se podrá apreciar que estos niños se enfadan casi por todo, desde tener que levantarse temprano, comer algo que no les agrada, prestar sus juguetes, que les nieguen ver televisión o simplemente ir a dormir.

Reacciones de los niños con mal carácter

Siempre adoptan una actitud violenta, puede ser gritando, golpeando, lanzando objetos o llorando sin parar de forma que pareciera que les hubieran pegado.

Hay niños que golpean a sus pares, si estos, toman sus juguetes o no quieren jugar lo que ellos desean. Estos niños no discriminan en sus relaciones afectivas y por lo general, golpean y gritan a sus padres.

Pueden hacer escándalos en cualquier lugar, a cualquier hora del día, sin importar nada ni nadie, por más que se le den razones.

Pueden lanzar violentamente objetos a las personas, que puede herir gravemente, ya que, no saben medir su fuerza, ni controlar su enojo. Pueden dar portazos o encerrarse en una habitación sin contestar, lo que preocupará a sus padres.

Pueden dejar de comer y hasta vomitar si se les obliga a comer, ya que ellos buscan hacer lo que ellos quieren y salirse con la suya a como de lugar.

Pueden llegar incluso a golpearse a sí mismos, causándose daño.

Actitud de los padres frente a los niños explosivos

-Los padres bajo ningún punto deben dejar que el niño se salga con la suya una vez que se está corrigiendo su comportamiento.

-Siempre es bueno que el niño sepa por qué está mal lo que él hace y los motivos para no hacerlo.

-Se debe siempre rechazar este tipo de actitud, y felicitarlo cuando se vea un progreso en él.

-Se debe usar a los pares de ejemplo y señalarles qué reacciones en los demás niños está bien y decirles que es una actitud correcta que ellos aprueban.

-Bajo ningún punto, se debe gritar, insultar o golpear a un niño con este temperamento, ya que solo se potenciará su ira y creerá que es normal resolver las cosas de esta manera.

-En el caso que la conducta del niño no cambie, se recomienda tratar con un especialista, ya que puede tratarse de algún problema a nivel psicológico, nervioso u hormonal.

-Es muy importante que los padres, detengan lo antes posible esta actitud, ya que de esta forma las posibilidades de cambio serán mucho más altas y positivas.

Se recomienda leerles cuentos que enseñen que el buen comportamiento siempre es lo correcto y que de alguna manera los hará felices, tanto a él como a quienes lo rodean.