Puede que tu hijo sea el más obediente de todos pero de pronto podría empezar a cuestionarlo todo, y la dinámica entre ustedes cambiará.
Pues los niños van desarrollado su personalidad y formando su propio criterio.
Lo que provoca que se tornen un poco más gruñones y contradigan lo que les impones.
Tienes que saber que es completamente normal, porque están entrando en una etapa donde empiezan a cuestionarse muchas cosas y esto dura hasta la adolescencia.
No es un problema como tal pero, pero si la situación se sale de control, entonces se convierte en uno. Estas son 10 recomendaciones para lidiar con las contestaciones de tu hijo:
• No grites
• No lo tomes personal
• No entres en conflicto con él
• Indaga en lo que hay detrás de esa mala contestación
• No le des más importancia de la que amerita esa actitud
• Trata de explicarle por qué no debe hablarte así
• Hazle saber que no están permitidas las malas contestaciones
• Emplea un tipo de “consecuencia” (no violenta y/o punitiva) por contestar mal
• No pierdas la cordura ni sobrerreacciones
• Toma en cuenta su opinión, siempre
Los pequeños pueden iniciar con este comportamiento incluso antes de la adolescencia. ¿Te has visto en una situación como esta?
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