Lamentablemente, sigue siendo muy común encontrar papás que exigen a sus hijos comportarse de manera respetuosa sin poner ellos el ejemplo, pues lo hacen mediante distintos tipos de agresiones, como gritos, insultos y hasta golpes.
Por eso nunca está de más insistir en que la verdadera educación no debe descansar en castigos ni amenazas (esto no significa que no sea necesario poner límites, pero hay que hacerlo sin agredir a nuestros hijos), sino en desarrollar habilidades como la empatía y el entendimiento. Sin duda, cuando los papás controlan sus emociones y se abstienen de traspasar esa línea del respeto por sus hijos, obtienen mejores resultados.
Sin embargo, sabemos que seguir estos lineamientos no siempre es fácil, así que te damos algunas recomendaciones que podrían servirte mucho:
1. Escúchalos con atención.
Cuando tu hijo tenga un comportamiento inapropiado intenta entender sus motivos antes de juzgarlo. Casi siempre, cuando estamos frente a este tipo de situaciones con nuestros hijos, lo que hacemos es ir directamente al regaño, sin darnos cuenta de que el niño solo desea llamar nuestra atención y ser escuchado. Por lo general, un niño es irrespetuoso cuando se siente agredido. Por eso, si lo escuchas, lo que haces es demostrarle respeto y dar pie a que responda con la misma actitud.
2. Trata de entenderlo
Siempre va a ser complicado obtener respeto por parte de alguien a quien no entendemos. Si las faltas de respeto de tu hijo son constantes, analiza e intenta entender lo que las está provocando y trata de hablar con él de manera racional. Probablemente termines por darte cuenta de que las razones son varias y que no era fácil identificarlas.
Por ejemplo, puede ser que tu hijo te falte al respeto cada mañana antes de ir a la escuela. Si en vez de castigarlo hablas con él, quizás te des cuenta de que esto ocurre porque algún o algunos compañeros lo están molestando, o simplemente no se siente integrado al grupo. Sin importar cuál sea el problema, es vital identificarlo y buscar la mejor manera de darle solución.
3. Marca límites.
Si somos sinceros nos daremos cuenta de que no todas las faltas de respeto de nuestros hijos son responsabilidad suya, sino que algunas las hemos fomentado nosotros. En este caso, es importante explicarle a nuestro hijo la situación y pedirle que no siga teniendo ese comportamiento. Los niños necesitan que sus padres les expliquen algunas situaciones para entenderlas, ya que no siempre saben lo que han hecho mal.
Toma en cuenta que los hijos irrespetuosos pueden no ser conscientes de que están haciendo algo que los afecta a ellos o a sus padres. Por ejemplo, si en vacaciones solías poner música a todos volumen hasta muy tarde en la noche y cuando regresas al trabajo tu hijo lo sigue haciendo, puedes explicarle que la situación ha cambiado debido a tus horarios.
4. No lo tomes como algo personal.
Si te detienes a pensar y analizar las situaciones que te parecen una falta de respeto, es probable que descubras que algunas veces solo estás sacando de contexto las conductas y que nada tienen que ver con una agresión. Hacer conciencia de esto te ayudará a disminuir tus niveles de frustración y te permitirá enseñarle a tu hijo que el respeto a veces es una cuestión subjetiva. Para educar hijos respetuosos es vital enseñar con el ejemplo, así ellos aprenderán a respetar de una forma objetiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario