sábado, 24 de marzo de 2018

Por qué no debes basar la educación de tu hijo en el premio y el castigo

"El tremendo daño que causan en sus hijos los padres del método conductista"

¿Eres de los que utilizan el método del premio y el castigo para educar a los hijos?Sí, sí, en plan: 'Te compro un regalo porque lo hiciste muy bien' y 'Menudas notas tan horribles has sacado.. te quedas toda la semana sin jugar a la máquina'. Resulta que esta forma de educar se basa en llamado conductivismo, que intenta demostrar que una persona reaccionará de forma positiva y se esforzará más si le premian por conseguir su objetivo o por el contrario, le castigarán si no lo logró. 

Sin embargo, existen otras muchas teorías pedagógicas que intentan frenar esta forma de educación que lejos de conseguir niños exitosos, tienden a generar frustración y fracaso... Descubre aquí el tremendo daño que causan a sus hijos los padres conductistas y por qué no debes basar la educación de tu hijo en el premio y el castigo.

5 terribles consecuencias de basar la educación de tu hijo en el premio y el castigo
Siempre he pensado que con positivismo siempre se consigue mucho más. Así que si se incentiva con premios a una persona, luchará y se esforzará más por conseguir el objetivo, ¿no? Pero la pregunta es... ¿se esforzará por conseguir hacer bien su trabajo o solo por conseguir el premio? 

Lo mismo sucede con los castigos: en realidad, ¿qué se consigue con ellos? Que el niño sepa que algo lo hizo mal (cosa que ya sabía) y empiece a sentir miedo hacia sus padres. 
La educación a menudo es compleja, y da muchas vueltas. Existen muchos modelos educativos, y con el tiempo, van cambiando. Lo que antes estaba bien, ahora, no lo está. Es el caso del método conductista. El premio y el castigo, tan utilizado antiguamente, resulta que puede causar un tremendo daño a los niños. ¿Sabes por qué?

1. Pérdida de confianza en sí mismo: El condicionar los premios a una consecución genera realmente un estrés y frustración que termina minando la seguridad y confianza personal del niño en sus posibilidades. 'No lo conseguí, no me darán el premio... he fracasado'. Cuando crezca, buscará constantemente la aprobación de los demás. Eso es lo que aprendió de pequeño: 'me premian porque los demás aprueban lo que hago'. Así que terminará dando más importancia a lo que los demás piensen de él. Por eso, se convertirá en un blanco fácil para manipular. 
2. Se siente constantemente amenazado: Y esto es así porque la sombra del castigo planea constantemente sobre tu hijo. El niño ya no se centra en conseguir el premio, sino en no ser castigado. Focaliza que el castigo es un gran problema que debe evitar. Las amenazas generan miedo. Y los castigos, son constantes amenazas.


3. No se siente libre: Los castigos al final consiguen que el niño sea muy obediente. Pero no se siente libre, ni mucho menos feliz. Tampoco siente que confíen en él. Si existe la amenaza de un castigo, es porque sus padres no confían en él, y piensan que no va a respetar las normas o a lograr el objetivo.
4. Será miedoso o violento: Muchos padres se sorprenden, y aún basándose en la técnica del premio y los castigos, descubren que lejos de conseguir que su hijo se esfuerce por lograr algo y obedecer, se rebela, intenta escabullirse mediante mentiras o bien se convierte en un niño muy obediente pero temeroso, que participa poco y prefiere mantenerse al margen y pasar desapercibido en las clases. 

5. Le estás haciendo un daño psicológico terrible: Sí, aunque te parezca que el castigo no puede hacerle ningún daño, está minando su aprendizaje y su maduración. Se siente atado. Imagina que en tu trabajo están constantemente 'castigándote' porque no están conformes con tus progresos, y para castigarte, dejan de hablarte, te retiran responsabilidad, o bien te entregan una mayor carga de trabajo. ¿Conseguirá algo esta técnica? No. Lo más lógico es que te desilusiones y termines buscando otro trabajo. Tu hijo no puede buscar otra familia. Imagina lo que puede generar este sistema en él.
Entonces, ¿cuál es el mejor método de educación para los niños? 
Cada niño es un mundo. Cada hijo es único, y tiene una forma diferente de ver la realidad, entender su entorno y manejar las emociones. No se puede utilizar un mismo sistema para todos. Cada uno tiene sus necesidades. 

Pero ¡ojo!: no significa que los niños no tengan que recibir elogios. Lo único, que es mejor cambiar la palabra 'premio' por la palabra 'reconocimiento'. Puedes 'reconocer' que tu hijo está haciendo las cosas muy bien. Él entenderá que lo ha logrado por sí mismo y que en realidad la recompensa es la satisfacción personal de haber logrado algo que además, le gusta a los demás. 

También debemos comenzar a cambiar ese socorrido ¡Muy bien!, ¡Has hecho lo que te pedí! (que viene a ser un 'has obedecido'), por un 'Gracias por haber hecho lo que te pedí', lo que llenará de orgullo a tu hijo, y además crecerá en confianza porque le impusiste una responsabilidad que supo llevar a cabo.

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