Es normal que los padres a veces piensen que los hijos lloran sin motivo. ¿Qué se puede hacer para acabar con estos episodios?
El llanto es una de las principales formas de expresión que presentan los bebés y los niños pequeños. Se trata de una forma de llamar la atención de sus progenitores y, que de este modo, les hagan caso.
Así, muchos padres se preguntan durante esta etapa la razón con la que su hijo llora por cualquier cosa. A continuación, expondremos una serie de ideas, consejos y situaciones fácilmente identificables.
“Todo niño experimenta una etapa en su crecimiento en la que el llanto es el principal protagonista”
Principales causas del llanto.
Los bebés y los niños de edad temprana suelen quejarse y llorar a menudo cuando tienen hambre y sueño debido a que son especialmente sensibles a estos estímulos. Pero además de estas causas que se consideran como las habituales, podemos destacar algunas otras:
Cuando el niño comprueba que únicamente mediante el llanto se le presta atención.
En el momento en el que el llanto pasa a ser un modo perfecto de conseguir lo que quiere en cada momento. Los padres tienden a ablandarse con sus lágrimas y acabar permitiéndole al niño todo lo que desea.
Si el niño se encuentra incómodo físicamente. Mover al bebé de posición con frecuencia es fundamental a la hora de mudarlo. Esto es crucial porque, además de evitar irritaciones que le puedan molestar, mantenerlo limpio y hacer de esa tarea un momento agradable es el primer paso para establecer un hábito de higiene.
El dolor. En este tiempo, el bebé se encuentra en una etapa de una adaptación continua, y en más de una ocasión será doloroso. En concreto, destacan los dolores intestinales, ya sea por gases, el estreñimiento o los cólicos.
La soledad del bebé. Aunque el niño se encuentre perfectamente físicamente, puede que demande más momentos, gestos de cariño y protección por parte de los que le rodean, en concreto de los padres.
Un recién nacido puede llorar por numerosos motivos.
Pautas para saber cómo actuar si mi hijo llora por cualquier cosa
Al principio, es normal que ante los episodios en los que tu hijo llora por cualquier cosa no se sepas cómo reaccionar con seguridad. Por eso, aquí te proponemos una serie de consejos y pautas que puedes seguir para que ese momento no se convierta en algo incómodo para ambos.
Intenta identificar el llanto de tu hijo y la causa del mismo asociándolo a diferentes contextos y situaciones.
Si no puedes atenderlo en ese momento, trata de hacerle saber que eres consciente de que te necesita y que le harás caso en cuanto puedas.
Si tu hijo está aprendiendo a hablar, pídele que te cuente qué le está pasando con palabras.
Responde a su llanto de diversas maneras: con gestos cariñosos, besos, abrazos o frases motivadoras.
¿El llanto está asociado a la sensibilidad?
En un principio, vamos a proceder a separar por un lado el llanto y por el otro la sensibilidad para intentar llegar al quid de la cuestión.
El llanto y la etapa de la imitación.
Es necesario destacar que todo niño, en un determinado momento de su desarrollo vital, experimenta una etapa en la que manifiesta una mayor capacidad para ponerse en el lugar del otro. Normalmente se da en una edad muy temprana siendo todavía bebés y puede prolongarse hasta los 2 o 3 años en algunos casos.
Durante este periodo, los niños tienden a seguir a los otros cuando lloran o ríen, es decir, se suman imitándolos. Se podría calificar como un efecto “contagioso” en cierto sentido y que solo se podrá parar con la propia madurez.
Este sería un tipo de comportamiento predecible a esta edad. Por ello, no hay que preocuparte ya que esto pasará con el tiempo y el crecimiento del niño.
“Es normal que al principio no sepas cómo actuar ante los episodios en los que tu hijo llora por cualquier cosa”
El llanto y el inicio del periodo escolar.
Sin embargo, si esta actitud se prolonga más de lo normal, ya bien entrada la etapa escolar, debemos empezar a observar con atención. Aquí vemos que los detonantes propios del llanto son de lo más dispersos: un problema en el colegio, peleas con hermanos o amigos o simplemente algo que no les gusta.
En este caso, debemos tener paciencia e ir conociendo las situaciones que molestan a tu hijo a lo largo de un corto periodo de tiempo. Es decir, se trata de evaluar las situaciones relacionadas con el llanto. Así como también el ámbito en el que se producen.
Los niños en edad escolar pueden llorar por múltiples motivos.
El llanto y la hipersensibilidad
Y en el último lugar y, por tanto, en el caso más extremo, encontramos la hipersensibilidad. El perfil de los niños hipersensibles es que suelen ser muy observadores, tanto, que pueden llegar a emocionarse ante cualquier estímulo. Por este motivo, desarrollan una gran capacidad imaginativa y creativa.
El consejo más efectivo para tratar a niños con estas características es que se les facilite la expresión de estos sentimientos interiores. Lo esencial es que puedan mostrarlos al mundo, y para ello deberemos abrirles el camino sin ningún tipo de barrera.
La etapa en la que el niño llora por cualquier cosa es verdaderamente pasajera. Durante este periodo, y para evitar situaciones incómodas y desagradables para la familia y, sobre todo, para el niño, la figura de los padres se convierte en un pilar fundamental.
El comportamiento que estos muestren para intentar encauzar los llantos de su hijo resulta primordial. En sus manos está seguir un correcto procedimiento para que pronto dejen de ser el paño de lágrimas de su hijo cada vez que sea necesario.
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