viernes, 9 de marzo de 2018

10 consejos lograr un buena adaptación al jardín infantil.


Empezar el jardín de infantes puede resultar muy difícil para los pequeños. Implica un cambio de rutina y de hábitos en su día a día. 10 consejos para que tu hijo se pueda adaptar correctamente en el jardín infantil.

10 consejos lograr un buena adaptación al jardín de infantes

El jardín infantil crea personas libres con capacidad de elegir y discernir. Seres autónomos e independientes. Les enseña a aprender de sus errores y a tener respeto por el otro. También toman conciencia del cuidado del medio ambiente y revalorizan nuestras costumbres y tradiciones familiares.

Para que no les resulte tan difícil la nueva etapa, te presentamos 10 consejos para que tu hijo se pueda adaptar correctamente en el jardín de infantes.

Esta etapa suele poner a los chicos bastante ansiosos. Este cambio implica una nueva rutina y nuevos hábitos en su día a día. Conocen muchas personas nuevas, realizan actividades diferentes y sobre todo, están fuera de su casa. Al principio, cuesta. Y no sólo es difícil para los chicos, sino también para los padres que los deben dejar solos en el jardín. ¡Vamos, coraje! Pero es un paso que todos deben dar y que marca el inicio a una etapa lindísima, rodeada de muchos amigos y nuevas experiencias.

Hablar del tema
Lo ideal es comenzar a hablarles sobre el jardín de infantes unas semanas antes del inicio escolar. Contarles las actividades que van a hacer, cómo va a ser su día, siempre tratando de marcar lo positivo de esta nueva etapa de su vida. Debemos estar atentas a las reacciones en los días previos: si siente miedo, ansiedad, entusiasmo. Tratar de calmarlos y es muy importante darles el lugar para que se expresen y manifiesten sus miedos. 

El cambio de rutina

Durante las semanas previas podemos empezar con una rutina que se parezca a la que va a tener cuando vaya al jardín.

Acostarlo temprano, cómo si al otro día se tuviera que levantar en el horario para ir al jardín. Lo despertamos, lo arreglamos y a desayunar todos juntos. Es importante poder compartir este momento en familia. Probablemente, antes el niño no desayunaba con los papás porque dormía hasta más tarde. El jardín de infantes es un buen momento para que el hábito de desayunar se transforme en una rutina familiar.

Enseñarle a compartir
Mientras están en casa, los chicos no sienten la necesidad de compartir sus pertenencias con otras personas. Pero cuando comienzan el jardín y hacen nuevos amigos es importante que sean capaces de hacerlo. Durante los días previos, le podemos explicar la importancia de compartir nuestras cosas con los otros y pedir permiso antes de sacar las de los otros. ¡Ojo! Es un proceso que se va dando de a poco y depende de la maduración de cada pequeño y no lo podemos apurar.

La mochila

Las madres siempre vamos a querer poner un montón de cosas por si las precisa. Pero no hay que olvidarse que los jardines de infantes están preparados para cualquier inconveniente. Seguramente antes de que empiecen las clases las maestras transmitirán qué recomiendan llevar. Generalmente son: cepillo de diente, una toallita, una muda de ropita, algún cuadernito para que dibujen, preferiblemente que todo este marcado con su nombre. Y si son chicos y todavía usan tetero-mamadera o pañal también los debemos poner.

Qué ropa le pongo
La ropa debe ser cómoda, fácil de cambiar. Hay tener en cuenta la época del año, si es calurosa debe ser de colores claros y de material fresco. En invierno, deben llevar un abrigo que los proteja del frío pero debe ser fácil de quitar cuando jueguen. El calzado tiene que ser cómodo y flexible. Si el jardín pide un unifomre, es recomendable contar con dos mudas: si uno vuelve muy sucio, el otro debe estar listo para usar al día siguiente.

Actividades para ir practicando

Sacarse y ponerse los zapatos, colocarse un abrigo, ir al baño solo… Si vemos que nuestro pequeño está preparado para realizar ciertas actividades, pero no tiene el hábito, podemos comenzar un par de semanas antes del inicio de clases a practicarlas para que, poco a poco las vaya incorporando. Pero, obviamente, con expectativas lógicas. También se les puede consultar a las maestras qué esperan que los chicos sepan hacer solos, de esta manera las podrán practicar antes de empezar.
El tiempo de adaptación al jardín

El tiempo de adaptación al jardín varía según cada pequeño. Por lo general les lleva de dos a tres semanas acostumbrarse al cambio, algunos un par de meses. El tiempo se relaciona mucho con los hábitos de los chicos. Un nene que está acostumbrado a realizar muchas actividades durante el día y a pasar tiempo con muchos amigos, es más probable que se adapte mejor que uno que no lo hace.

La comida

Si el pequeño va al jardín por la mañana, es esencial que tome un desayuno completo: cereales, lácteos y frutas. Si va por la tarde, un almuerzo equilibrado en casa. También necesita comer alimentos que le den energía para toda la tarde, por ejemplo todo tipo de pastas, pero por supuesto hay que complementar con verduras, frutas y carne.

El transporte

Hay que tener en cuenta la distancia a la que queda el jardín de la casa. Lo recomendable es que quede cerca, ya que los viajes largos cansan a los niños y generalmente se quedan dormidos o si tiene que caminar mucho se molestan.

¿Vamos caminando, en auto con papá, o en coche? Esto depende de cada familia, del chico y también de la época del año. Por ejemplo, si el jardín queda cerca y es un lindo día, podemos ir caminando y de paso el niño va familiarizándose con el barrio.
“No quiero quedarme” y el adiós

Los primeros días, es muy común que los chicos sientan miedo de lo desconocido y no quieran quedarse solos en un lugar nuevo ya que esto implica separarse de mamá, papá o de la persona de confianza que los lleva.

Al principio cuesta, y no sólo al chico, a los papás también. Pero es importante despedirlos con una sonrisa, asegurarles que todo va a estar bien y, sobre todas las cosas, no enojarnos si llora y no se quiere quedar, es completamente normal que reaccione de esta manera.

Es muy importante, el momento en que se tienen que despedir. Nunca debemos irnos cuando el niño está distraído y no mira, porque una vez que se dé cuenta de la ausencia sentirá miedo y la transición puede resultar más difícil.

Nunca nos debemos ir sin despedirnos. Puede ser que el principio sea muy difícil y el niño insista en que nos quedemos. Las primeras veces lo podemos hacer, pero hay que respetar los tiempos de las maestras e irnos cuando ellas crean que el chico ya está listo para quedarse solo y tratar que nuestro hijo lo acepte de la mejor manera.

Fuente: materna. 

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