Hoy en día los niños empiezan a leer antes de lo que lo hicimos nosotros. Como explica Vicent Campos, profesor de Primaria en un colegio rural de Valencia con 28 años de experiencia, “antes, cuando los niños entraban en el primer curso a los 6 años, no se sabían las letras. Ahora sí. Esto supone un gran cambio”. Y este cambio no está exento de polémica, porque no todos los expertos lo aprueban.
Distinta madurez
Ante esta realidad, surgen varias preguntas: ¿un niño de 4 años es suficientemente maduro como para procesar la información escrita y entender su significado? ¿Este aprendizaje precoz trae ventajas a largo plazo, hace más inteligentes a los niños?
Respecto a la cuestión de la madurez, es algo variable en cada niño. Algunos sí están preparados para aprender a leer: son los que por sí solos empiezan a preguntar por las letras que ven en los carteles, los que las copian y forman sus propias “palabras”. Sin embargo, hay otros niños a los que no les interesa la lectura y, aunque se la enseñen en clase, no asimilan la información. Para ellos la palabra escrita queda en algo abstracto, necesitan moverse más y prefieren jugar antes que estar sentados y hacer fichas.
No hay opinión unánime
¿Qué ocurre en otros sitios? En Finlandia, el país que mejores resultados académicos ha mostrado en los últimos años en el informe Pisa, no se empieza con la lectura hasta los 7 años. Opinan que los niños no están preparados para leer antes de esta edad y no quieren que una presión temprana los lleve a terminar detestando el mágico mundo de la lectura. Estos datos son ya una respuesta a la segunda pregunta: la edad en la que un niño empieza a leer no determina su posterior desarrollo intelectual.
En otros lugares, como Países Bajos, empiezan a los 6 años, pero imparten clases de prelectura en los cursos anteriores para familiarizar al niño con las letras.
Una enseñanza lúdica
Volviendo a nuestro país y a nuestra realidad, en mi opinión no es negativo enseñar las letras a niños de 4 años, siempre y cuando se haga de modo lúdico y sin ningún tipo de presión. Hay que tener en cuenta que a esta edad el pequeño aprende principalmente a través del juego, explorando y fantaseando. Si hacemos que vaya conociendo las letras mediante canciones y actividades divertidas, manipulándolas con plastilina y con otros materiales, lograremos combinar el juego con la enseñanza, una unión perfecta.
Qué puedes hacer para aficionarle
El hábito de leer y el interés por la lectura también se aprenden en casa. Unas cuantas ideas:
Lee con él todos los días un cuento antes de dormir.
Procura que siempre tenga libros en su entorno (y que pueda cogerlos sin tu ayuda).
Dale un buen ejemplo leyendo en su presencia a diario.
Visita con él una biblioteca y librerías infantiles.
Cómprale cuentos a menudo, no solo en su cumpleaños. Elígelos teniendo en cuenta sus aficiones y acertarás seguro.
¿Lo sabías?
El hecho de que un niño aprenda a leer casi sin ayuda en torno a los 4 años puede indicar que posee altas capacidades. Otros indicios son empezar a hablar muy pronto, tener un vocabulario amplio, desarrollo psicomotor precoz y gran sensibilidad y sentido de la justicia.
Fuente: Crecer felíz
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