jueves, 8 de marzo de 2018

Por qué los niños tienen enfados y cómo ayudarles

Es importante recordar que la ira es una emoción normal y saludable cuando se expresa en formas socialmente apropiadas. Pero si tus hijos o alumnos tienen enfados regularmente o se vuelven agresivo, puede ser un buen momento para buscarle solución.

Comprender el por qué del enfado es muy importante para ayudar al niño. Es importante darse cuenta de que los niños no son tan diferentes a los adultos cuando se trata de enfados aunque las reacciones sean distintas. Se debe a que todavía no han aprendido toda la autorregulación y las habilidades que tenemos los adultos para afrontarlo.

Así que con el fin de ayudar al niño a lidiar con los enfados, primero deberás averiguar por qué tu hijo se ha enfadado.

Deberás buscar detonantes cuando empiecen a enfadarse. Incluso puede que necesites escribir pequeñas notas sobre lo que ocurrió justo antes del enfado, cómo respondió el niño y lo que lo ayudó a calmarse.

Después de esto, lee las notas y busca patrones.

Para ayudar a nuestros niños a ser emocionalmente saludables, es fundamental que aceptemos y permitamos la ira. Esto no quiere decir que aceptemos formas poco adecuadas como la  agresión o  venganza.

A continuación te dejamos 12 motivos de enfados y lo que puedes hacer para solucionarlo.

1- Estar cansados.
Lo notarás porque antes de enfadarse se frotan los ojos, bostezan o se muestran hiperactivos mostrando un menor control físico. Deberás ofrecerles una siesta o un tiempo de descanso.

2- Ira desplazada.

Esto puede ocurrir después de un largo día de colegio o después de una visita de familiares o amigos. Esto se debe a una acumulación de pequeñas tensiones que se suprimen hasta que al final estalla. Puede pensar en esto como un vaso que se llena lentamente con gotas de agua durante todo el día y que no se desborda hasta la última gota. Tú no eres la causa del enfado así que deberás empatizar, escuchar y ayudarle a encontrar una salida saludable a la tensión.
3- Tener hambre.

Es posible que tengas un niño sensible a las bajadas de azúcar en sangre si observas que se enfada cuando lleva mucho tiempo sin comer nada. Intenta conseguir que se tome un aperitivo como medio vaso de zumo o un pequeño trozo de queso.

4- Invasión de sus límites.

Si se ha enfadado después de ser agarrado por la muñeca o incluso si han sido abrazados y besados cuando no quieren, este es el motivo. Si se cruzan sus limites emocionales (excluirlos o hacer un comentario despectivo sobre ellos) también puede incrementar su enfado. Es importante saber que es una respuesta saludable, es un reflejo instintivo de protección.
5- Sobre estimulación.

Si el enfado se produjo después de estar agitado, irritado o después de estar en un ambiente ruidoso, puede que este sea el motivo. Ayúdalo a desestimular ofreciéndole un espacio tranquilo. Ofrécele plastilina, papel de dibujo, música suave o un baño caliente. Deja que elija entre varias opciones.

6- Ansiedad.

Por qué los niños tienen enfados y cómo ayudarles

A menudo, el enfado de los niños es una emoción secundaria subyacente a la ansiedad. Con la ira es más fácil sentirse bien ya que alimenta el cuerpo con adrenalina. Después del enfado, intenta hablar con ellos acerca de cómo se sentía antes de enfadarse.
7- Impotencia.

Si oyes no, no quiero hacer eso, es una lucha de poder. Una negativa a cooperar. Te sientes enfadado por su comportamiento. A nadie le gusta sentirse controlado y a los niños tampoco. Dale a tu hijo responsabilidades reales, enséñale cosas, pídele su opinión, evita las luchas de poder y pídele ayuda.

8- Falta de conexión.

¿Antes de enfadarse estaba excesivamente cariñoso? Lo más probable es que esté enfadado porque siente que hay una falta de conexión contigo. En los próximos días intenta pasar más tiempo con el niño. Intenta recordar que los pequeños necesitan por lo menos 30-40 minutos diarios de atención sin tecnología ni distracciones con el fin de sentirse seguros y queridos.
9- Frustración porque no reciben lo que quieren.

Este suele ser el motivo de las clásicas rabietas. Básicamente, el niño tiene dificultades para hacer frente a su decepción. Si el enfado se produce cuando piden algo y no se les concede, esta es la razón. Nunca debes cambiar de opinión después de la rabieta ya que recompensarías su comportamiento. (solo en algunas ocasiones se puede ceder, por ejemplo, si la rabieta se produjo por una necesidad básica insatisfecha). Por ejemplo: Tenia hambre, aquí no puedes negar, tu atención y por supuesto darle de comer

10- Frustración porque no son capaces de expresar verbalmente lo que quieren o necesitan.

Este tipo de enfado se ve a menudo en niños pequeños y en niños mayores con discapacidades comunicativas. Los niños pueden gritar, pegar o morder. La enseñanza del lenguaje de signos para niños pequeños puede ser divertida y puede ayudar a evitar este tipo de ira. Asegúrate de darle el tiempo suficiente para que te digan lo que quieren. Los niños pequeños tardan hasta 10 segundos.

11- Se siente incomprendido.
Si tu hijo te dice que nunca lo escuchas o que eso no fue lo que te dijo, tiene un enfado por falta de comunicación. Aprende a escuchar. Estas habilidades no siempre vienen con nosotros por naturaleza pero pueden ser muy importantes para nuestros hijos.

12- Se siente dolido.

En lugar de comunicar que se sienten dolidos, algunos niños arremeten con ira buscando venganza. Es muy posible escuchar te odio o yo no te quiero. Deberás encontrar el origen y empatizar con él. Cuando el niño esté calmado, ten una charla con él y explícale que está bien enfadarse, pero no mostrarlo de esa forma.

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