Tolerar la frustración: 3 formas de enseñar a tu hijo a ser paciente

El internet llegó a cambiar para siempre la velocidad a la que nos comunicamos. Nuestro acceso a la información y la manera cómo la procesamos satisface rápidamente nuestras necesidades, sin embargo, también nos hace menos tolerantes y más exigentes. Entonces, ¿cómo enseñar a los niños de hoy a ser pacientes y tolerar la frustración?

Patricia de la Fuente, directora de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI), explica que los niños tienen que desarrollar la capacidad de tolerar la frustración, herramienta fundamental dentro de su acervo de habilidades socioemocionales que utilizarán durante toda su infancia y vida adulta.

Algunas estrategias para desarrollar la paciencia en tu hijo:

1.- El primer paso es ser un buen modelo de paciencia y tolerancia, recuerda que tu hijo aprende de tu ejemplo. Cuando te encuentres en una circunstancia que te lleve a la impaciencia, pregúntate ¿cómo me gustaría que mi hijo enfrentara esta situación cuando sea adulto? Puedes decirle: “Me estoy enojando por lo que está pasando, voy a respirar varias veces antes de actuar para tranquilizarme”. De esta forma tu hijo aprenderá a actuar de forma racional, reflejando autocontrol y calma.

2.- Otra forma de ser un ejemplo de paciencia está en no presionar a tu hijo innecesariamente cuando pides las cosas. Es importante darle a tu peque el espacio necesario para emitir una respuesta de acuerdo a las circunstancias y sin que necesariamente el tiempo de respuesta sea lo más importante. La calma y la reflexión deben ser prioridad.

3.- Los gritos y berrinches si no se manejan de manera adecuada serán las primeras muestras de la falta de tolerancia a la frustración por parte de tu hijo y si cedes ante su respuesta le enviarás una señal de que su comportamiento inapropiado es una forma de obtener  lo que quiere. Mejor, explícale que todo lleva un tiempo y muchas veces implica esperar un turno, por lo que no puede tener lo que quiere en el momento justo en que lo pide. Ejemplos:

Una forma práctica de hacerle ver que cada proceso lleva su tiempo es invitarlo a observar fenómenos de la naturaleza como el crecimiento de una planta o la germinación de una semilla. De esta forma podrá identificar que los procesos tienen un curso natural y que no siempre es posible forzarlos o apresurarlos, por lo que hay que saber esperar y tener paciencia.

Los cuentos también son una buena herramienta para ejemplificar cómo los personajes tienen que esperar para conseguir algo.

Utiliza la secuencia de eventos para ayudarle a entender los tiempos en que se tienen que cumplir los plazos: “Cuando se termine la canción que está tocando ponemos la melodía que tú quieres escuchar”, “En cuanto tu amigo deje de usar el triciclo es tu turno”.

Los juegos de mesa son excelentes herramientas para aprender a tomar turnos, practicar la tolerancia a la frustración y saber cómo actuar positiva y constructivamente al perder y/o ganar.