De hecho, me recuerda a unos papás que llegaron al consultorio muy preocupados porque la maestra de su hija les comentó que no tenía muchos amigos. Entonces se me ocurrió preguntarles cómo era su vida social (la de ellos) y me contestaron que no les gustaba recibir visitas, y menos si iban incluidos niños; que sus escasas actividades sociales se reducían a frecuentar a la familia. Ahí estaba la respuesta sobre lo que estaba ocurriendo con su hija.
En conclusión: no podemos pedirle a los niños que hagan cosas diferentes a lo que ven que nosotros hacemos como papás ni que dejen de hacer lo que sí les mostramos. Se trata, simplemente, de ser congruentes, pues bien lo dice el dicho: la palabra convence, el ejemplo arrastra.
Sobre la autora
Xóchitl González Muñoz es directora y fundadora de Psicología para Niños desde 2006.
Fuente: Psicología para niños.
Fuente: Psicología para niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario