jueves, 8 de febrero de 2018

"Muchos diagnósticos de TDAH son realmente problemas afectivos".

Heike Freire autora del libro ¿Hiperactividad y Déficit de atención?, un libro que ayuda a muchas familias, a padres y madres a tener una visión diferente sobre el TDAH. Periodista y escritora, con más de un centenar de artículos publicados en distintos medios, en la actualidad es coordinadora de la obra colectiva Infancia y adolescencia y autora de Educar en Verde. Ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza.

Mucha gente piensa que últimamente el TDAH se diagnostica con relativa ligereza, por eso lo primero que nos gustaría saber es ¿cuál es exactamente el protocolo que hay que seguir hasta diagnosticar un TDAH?

En este libro los padres pueden encontrar una especie de check list con una serie de cuestiones que pueden consultar, aclarando todas las dudas que les surgen sobre todo antes de acudir a un médico especialista. Una auténtica prevención pasa por hacer una serie de observaciones sobre la situación por la que atraviesa el niño, cómo está su energía, sus capacidades físicas, sus capacidades motoras, su sensibilidad, cómo está en la escuela, en el entorno en general etc…
Por otra parte, si el niño tiene que ir a un especialista aconsejo que sea alguien que pueda tener una visión lo más global posible del niño o la niña, que sea alguien que se tome el tiempo de observarlo y ver qué necesidades puede estar expresando con el comportamiento que está manifestando. Puede tener necesidades de movimiento, de juego, de contacto físico o de excesos de tecnología, que también hay muchos niños que plantean síntomas de TDAH y en realidad es un problema por demasiadas horas de pantalla.

Hay que distinguir lo que sería los síntomas del TDAH y lo que sería el propio diagnóstico, hay niños que pueden estar presentando síntomas y no tener ningún tipo de enfermedad. La perspectiva que se transmite en este libro es esencialmente preventiva, antes de que te propongas darle medicación a tú hijo o someterlo a algún tipo de terapia, pregúntate ¿cómo está el niño?.
¿Son los sentimientos una parte fundamental en el tratamiento de los niños que padecen TDHA?

El TDAH se ha venido presentado por un sector de la Psiquiatría como una enfermedad genética, y que por lo tanto no se puede prevenir. En cambio, hay todo otro sector de la psiquiatría y de la pediatría que sí que ven que en el TDAH no sólo hay factores genéticos, sino muchos otros como pueden ser, los sentimientos o el factor afectivo.

Esta teoría se puede ver de una manera muy clara en casos de adopción. En los países como España que han sido uno de los mayores receptores de niños adoptados internacionalmente, por norma general suele someterse a los padres a unos protocolos larguísimos para darles la idoneidad para poder adoptar, pero una vez que el niño está aquí no se le presta ningún apoyo a las familias y generalmente esos niños que llegan a una familia tienen un pasado muy traumático, abandono, problemas de afectividad, etc. Por lo tanto muchos casos de TDAH que se están diagnosticando o sobrediagnosticando son realmente problemas afectivos.

Otro ejemplo muy típico son los niños que están sufriendo en sus casas un proceso de divorcio entre los padres. Los especialistas estamos empezando a encontrarnos casos de niños y adolescentes que empiezan a no prestar atención en clase, y lo que están atravesando son periodos de crisis muy fuertes en su estructura familiar o afectiva y todo esto influye.

¿Cuáles son las causas y a qué se atribuye que se haya hecho tan frecuente este diagnóstico en esta primera década del siglo?

Hay un sinfín de causas posibles y de lo que se trata es de decir cómo vamos a prevenir teniendo en cuenta que si no es una enfermedad exclusivamente genética, sino que es una enfermedad que tiene una etiología múltiple podemos analizar las causas y sobre ellas intervenir.

El comportamiento de algunos niños con TDAH se puede ver alterado por el momento que atraviesa la sociedad de hoy, ya que coincide con el desarrollo de la enfermedad, aumentado en los últimos 20 años hasta un 300%.
Otro de los factores que influye es la presión a la que son sometidos en el colegio, hay colegios donde a un niño de tres años se le hace un examen para ingresar en el colegio. También colegios que hacen pruebas de ingreso de lectura, y cálculo a niños de 5 años o tenemos escuelas bilingües, que para darles un diploma envían a un señor muy serio que va a examinar a una niña de 6 años con una prueba oral de inglés. Vivimos en una sociedad que ejerce una presión muy grande sobre los niños y que además la noción de normalidad se está estrechando cada vez más.

Hay psiquiatras que afirman que lo que hace 30 años era normal, hoy en día ya no lo es, y los padres y los educadores no soportamos determinados comportamientos que antes eran naturales y ahora ya no lo son. Por lo tanto tenemos que romper con estos pensamientos.
¿Qué papel juegan los espacios abiertos y la naturaleza en el proceso de adaptación del niño? 

Hay estudios que demuestran que la falta de concentración está provocado por el ruido que hay en las grandes ciudades. Un niño o una niña que viva cerca de un lugar donde hay mucho ruido de tráfico, presenta dificultades de atención. Una de las soluciones sería que los padres, educadores y psiquiatras nos sentáramos a ver cómo podríamos transformar los entornos que rodean a nuestros hijos en saludables. Aunque muchos psiquiatras creen que es mucho más fácil actuar sobre el individuo, que sobre el entorno, teniendo que acudir a la medicación para ello, y esto es lo que hay que combatir.

¿Habría que formar a los futuros profesores en la universidad, para que sepan cómo tratar a los niños que presenten TDAH?

Sí, hablando del sobrediagnóstico que ha habido desde hace seis o siete años Eglee Iciarte, una profesora de la Universidad de Alcalá citaba en un 92% el sobrediagnóstico, junto a eso un 70% de los profesores pedían formación porque no sabían lo que era. O sea, que de este trastorno es muy curiosa la mediatización que ha habido, todo el mundo cree que sabe lo que es, pero realmente no lo saben. Un educador puede presionar mucho a los padres para que lleven al niño al pediatra para que lo mediquen, en Estados Unidos es muy común que los profesores no admitan a los niños con TDAH si no están medicados, porque el profesor no puede atender a un niño que se mueve mucho o que no presta atención.

Por este motivo es importante que los maestros y maestras participen en la transformación que de alguna manera está viviendo la escuela, los maestros deben profundizar más en las causas del TDAH para poder manejar la situación.

¿Hasta qué punto es importante la psicoeducación en las familias y en el entorno?

La cuestión de las familias es crucial, ya que los padres estamos desbordados ante la situación laboral y la hiper responsabilidad en cuanto le pasa algo a un niño, siempre se suele culpar a la madre o al padre. Las sociedad apoya muy poco a los padres tanto a nivel institucional como a nivel de barrio, años atrás cuando un adulto veía a un niño en la calle le podía decir algo, había una conciencia de que los hijos eran de todos y eso hoy en día no existe, ahora nadie se mezcla, son los padres, y algunas familias que tienen la suerte de contar con abuelos, los que se ocupan de todo.

Los padres siempre tenemos que estar pendientes de todo lo que hacen nuestros hijos, deberes, el tiempo que pasan delante de las pantallas, ahora bien los padres estamos desbordados, asustados por toda la información que nos bombardea desde el exterior. Un estudio en Estados Unidos revela que el primer miedo de los padres de niños menores de tres años es que sus hijos no encuentren un trabajo cuando sean mayores, tenemos mucho miedo al futuro de esos niños porque no sabemos qué les va a pasar, por lo que les sobre protegemos, y esto no es bueno para los niños. Hay que trabajar el transformar entre toda la sociedad el entorno porque está claro que los padres solos no podemos.

Lo primero que hay que hacer es que los niños recuperen su espacio social que antes tenían en las calles y que hoy en día hemos perdido, para que ellos se puedan relacionar con sus iguales y tengan su espacio y que hagan las cosas que un niño debe de hacer.

¿Hay que tratar cada caso de una forma diferente?

Por supuesto, ya que hay infinidad de casos diferentes de niños y niñas. Niños que están estresados, agobiados, algunos deprimidos, niños que han tenidos traumas afectivos muy fuertes, niños que ven demasiadas horas de pantalla, etc.

Por otra parte la escuela juega un papel muy importante ya que se debería incluir los intereses de cada niño en el aprendizaje. En el colegio no se tiene en cuenta lo que realmente mueve a los niños, sus intereses, sus aficiones, una vez que cruzan el umbral de la puerta del colegio dejan todo lo que son para convertirse en simples alumnos.

Creemos que la mejor manera para que una persona atienda a una explicación es estar sentada y callada, pues no es así ya que hay estudios que demuestran que la mejor manera de retener información es moviéndote porque ves diferentes aspectos de un problema cuando te estás moviendo. Hay toda una serie de cosas que hay cambiar en la escuela, para que los niños puedan satisfacer sus necesidades e implicarse en su aprendizaje de una manera integral y entonces desaparecerán esas ideas. Hay que hacer más amplio el concepto de normalidad, un concepto de normalidad que incluya diferencia ya que todos no somos iguales, que hay personas que son más intelectuales y otros más manuales. No hay que etiquetar.

¿ Hay que medicar a los niños que padecen TDAH?

Hay otros métodos menos agresivos y sin efectos secundarios, a no ser que sea un caso muy extremo. Hay estudios, que se incluyen en mi libro, que afirman que el contacto continuo con la naturaleza ayuda a los niños a mejorar en todos los aspectos, es por esto por lo que tenemos que transformar los entornos.

¿Hay que hacer partícipe al niño en todo momento, desde el diagnostico de su patología?

Los niños tienen derecho a participar en todas las decisiones que les atañen, esto está contemplado en la Declaración Universal de los Derechos de los Niños.

¿Qué papel juega la naturaleza en el proceso de adaptación de los niños?
La naturaleza es un medio de prevención fabuloso para los niños que presentan TDAH, no tiene efectos secundarios, es barato y se ha demostrado que la conducta de algunos niños que se medican mejoran tanto que hasta se puede suspender la medicación.

También es muy bueno ir al cole en bicicleta o andando ya que mejora notablemente su capacidad de concentración en las horas de la mañana en la escuela. Por otra parte, es bueno que se relacionen con sus iguales sin estar supeditados a las órdenes de un monitor o un cuidador.

¿Se puede decir que el TDAH es una enfermedad infantil o simplemente es fruto de la dificultad de los niños para adaptarse a las normas que le impone esta nueva sociedad?

El TDAH, es una dificultad que tienen los niños y niñas para adaptarse a esta nueva sociedad. Vivimos en una sociedad que cambia continuamente y que cada vez se aleja más de la naturaleza, que se convierte en una sociedad más artificial y al ser humano le cuesta mucho trabajo adaptarse. Podríamos hablar de adultos también, pero los niños al ser más sensibles a los entornos sufren mucho más, cuanto más pequeño mucho peor, ya que son mucho más sensibles. Por lo tanto, el TDAH es una dificultad que tienen niños y niñas para adaptarse a unas condiciones ambientales que no satisfacen sus necesidades auténticas, sus necesidades de origen biológico.
Por último, ¿se podría decir que el TDAH es un diagnóstico de moda?

Sí, yo diría que es un diagnóstico de moda en el sentido de que se ha banalizado hasta el punto de que si un niño se mueve un poco o más de la cuenta se tiende a decir que es hiperactivo. Para mí no sólo es un diagnóstico de moda, sino que es un trastorno de época que está ligado a una situación social determinada.

Heike Freire se licenció en Psicología y en Filosofía en la Universidad de París. Ha siso asesora del gobierno francés desde el Instituto de Educación Permanente de la capital gala, junto a antiguos colaboradores de Ivan Illich y Paolo Freire. Durante los últimos 15 años, se ha volcado en la investigación, la reflexión y la acción sobre infancia e innovación educativa, trabajando para mejorar la salud y el bienestar global de los niños en sus familias, escuelas y ciudades. Periodista y escritora, en la actualidad es coordinadora de la obra colectiva Infancia y adolescencia y autora de Educar en Verde. Ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza, y un centenar de artículos publicados en distintos medios.

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