jueves, 22 de febrero de 2018

Métodos de enseñanza alternativos ¿otra educación es posible?

Sumergidos en una época en la que el fracaso escolar supera el 30%, los expertos advierten que una prevención a tiempo, es decir en primaria, es el mejor remedio para prevenir que los alumnos fallen al llegar a secundaria, (que es donde se produce el grueso de fracaso escolar y hasta el abandono de los estudios por parte del alumnado).


Un problema que está en la base de dicho fracaso es la mala comprensión lectora y la falta de habilidad en los cálculos matemáticos, que según los expertos se van forjando durante los primeros años escolares, 3 y 12 años de edad.

Los métodos alternativos se centran entre otros aspectos en dar autonomía y potenciar la independencia de los alumnos desde el principio, pues ven evidente que el alumno debe desear aprender para que su educación sea exitosa y necesita que le faciliten los medios adecuados para conseguirlo.

Dichos métodos de educación alternativa se basan en la premisa de ofrecer al alumno las herramientas suficientes que le permitan convertirse en autodidacta, siempre bajo la supervisión de profesores especializados.

El método Kumon.
Ideado por Toru Kumon (Profesor de matemáticas Japonés) para ayudar a su hijo que tenía problemas con dicha asignatura.

Kumon comprendió que la clave era una buena formación en la comprensión lectora, era imprescindible para desarrollar la capacidad de estudio. De esta forma dicho método hace inciso en las matemáticas y la lectura, y su objetivo es hacer que el alumno adquiera habilidades suficientes en estos aspectos para rendir al máximo en sus estudios.

Este método está dividido en varios niveles abarcando desde la educación infantil hasta Bachillerato, al estudiante se le realiza un test al principio para averiguar el nivel en el que debe comenzar, y está estructurado para que el escolar no pase de nivel hasta que de verdad esté preparado. Existen centros Kumon por todo el mundo, y algunos centros lo dan hasta como actividad extraescolar, pues es suficiente con practicarlo dos veces por semana para tener resultados. El papel de los padres en este método es supervisar que su hijo realice las tareas asignadas y corregir las mismas con una plantilla facilitada por el centro de estudios, uno de los fines es que los estudiantes aprendan de sus errores y que sean felicitados por sus padres por el esfuerzo realizado cuando el ejercicio es correcto.

Método Montessori.
Ideado por la profesora Italiana María Montessori, quién entiende que el motivo de la educación es que los niños adquieran la máxima independencia física y psíquica y que aprendan a pensar por sí mismos.

Se dedicó a observar a niños pequeños, llegando a la conclusión que los adultos se equivocaban a la hora de juzgarlos desde su propia experiencia, llena de prejuicios, que les impedía apreciar la curiosidad innata de los niños y su ilimitada capacidad de absorber el conocimiento, de ahí a que esta educadora basara su método en facilitar a los niños un entorno y unos materiales que les permitiesen avanzar en el conocimiento por sí mismos, dejando al profesor la función de orientador.

La profesora pensaba que las primeras etapas en el desarrollo del niño son fundamentales, que había que permitir a los niños satisfacer su curiosidad natural, y descubrir el mundo a través de sus propias experiencias sin recibir la información de los demás.

En la práctica este método se centra en varias acciones a trabajar con el alumno.

Estima que a lo largo del desarrollo del niño existen periodos sensibles, que son en los que el alumno está más motivado y preparado para el aprendizaje.

Los niños tienen libertad de movimiento en las aulas y libre acceso a los materiales pedagógicos.

Los materiales están confeccionados y estudiados para captar la curiosidad y atención del niño, están adaptados para que el mismo pueda avanzar por sí mismo a su propio ritmo y permiten que advierta cuando ha cometido un error.

Los alumnos tienen plena libertad para escoger el trabajo que más les apetezca en cada momento.

Hay niños y niñas de distintas edades en cada aula y se trabaja tanto en forma individual como en grupo, facilitando así el intercambio de ideas y el trabajo en equipo, evitando también el exceso de competitividad.

Cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y hay que respetarlo.

El método Waldorf.
Ideado por el Austriaco Rudolf Steiner a principios del siglo XX se desmarca de la enseñanza rígida, jerárquica y competitiva. Basa su estrategia en la capacidad de los niños de imitar, imaginar y experimentar, adaptándose a su desarrollo y despertando su interés por descubrir el mundo.

Aunque se estudian los contenidos exigidos por el ministerio, este método no usa libros de texto, solo de consulta, y se les prepara para que sean capaces e independientes para buscar la información necesaria para realizar sus trabajos. Se combinan las actividades artísticas, prácticas e intelectuales para conseguir una formación integral del alumno, al que se evalúa diariamente.

Divide el desarrollo en tres etapas, primera infancia, infancia media y adolescencia.

En la primera infancia el niño imita lo que le rodea, por lo que padres y profesores deben crear un entorno propicio al niño con suficientes oportunidades para la imitación y para que pueda jugar de manera creativa. Pues el sistema entiende que las actividades lúdicas son una herramienta muy importante para aprender a dominar el movimiento corporal.

En la infancia media el niño aprende a través de la imaginación, a lo que denominan educar la inteligencia emocional del alumno.

En la adolescencia el alumno estudia todas las materias básicas, lo que le permite descubrir aquellas para las que está mejor dotado o susciten mayor interés, por lo que será más fácil que elija acertadamente su vocación.

El método Doman.
Ideado por el médico Norte Americano Glenn J. Doman, trabajaba con niños aquejados por lesiones cerebrales, que consiguieron desarrollar unas habilidades cognitivas similares e incluso superiores a las de niños sanos, lo que le hizo pensar que si se había logrado este estupendo resultado con estos niños, se estaba desaprovechando la capacidad de aprendizaje de los niños sanos.

Investigó con niños de todo el mundo y comprobó que existen alternativas para enseñarles a leer, que los bebés son capaces de reconocer letras y palabras si estas son lo suficientemente grandes, y de aprender a leer antes de los tres años.

Doman creé que cuanto más pequeño es un niño más facilidad de aprendizaje tiene, y que es durante los seis primeros años (génesis del genio como él lo denomina) cuando esa capacidad de aprendizaje será superior a la que tendrá el resto de su vida. Según Doman, un niño tiene la capacidad de leer palabras con un año, frases enteras a los dos y un libro completo a los tres años, que disfrutan mucho con ello y que el proceso que siguen para aprender a leer es similar al que utilizan para aprender a hablar.

En este post hemos querido presentarles los métodos pedagógicos alternativos que más se están utilizando en el mundo y que más éxito están teniendo, tanto en los resultados académicos como en el desarrollo de la independencia del niño, en próximos post indagaremos más en cada uno de estos sistemas, no te los pierdas.
Fuente: La Ecoweb

No hay comentarios:

Publicar un comentario