lunes, 26 de febrero de 2018

Los terribles 2 y los tremendos 3… verdad o mentira.

Aprovecha y guarda en tu corazón y en tu memoria cada momento, atesora los cambios y trata de fluir con ellos. Los dos no son terribles, los tres tampoco, lo terrible es vivir en una sociedad que cada vez tolera y comprende menos a los niños.

Los terribles 2 y los tremendos 3…, derivado del inglés “the terrible two” es la expresión que describe los dos años del bebé y que resume tal cual los “terribles”. Esto se debe a que el bebé comienza a sentirse autónomo en el ejercicio de sus nuevas capacidades y habilidades para caminar, comer, hablar e ir descubriendo el mundo por sí mismo, ganando independencia y experimentado su voluntad y cuando no lo logra, porque en realidad apenas comienza, llegan los berrinches, las pataletas y los escándalos en lugares públicos y empezamos a ver comportamientos que no conocíamos en nuestro bebé (gritos, caprichos, exigencias y hasta malos modos), lo que se puede volver terrible.
No es una verdad absoluta que comienza en el cumpleaños número 2, puede empezar desde los 18 meses y durar casi hasta los 4 años. Hay algunas cosas que pueden hacer de esta etapa algo menos complicado y no tan terrible. Te compartimos algunos tips:
Acompaña a tu bebé en sus nuevos logros y trata de reconocerlos: nos da miedo que suban y bajen escaleras, que se bajen de la cama o que usen ciertos objetos. Observa de cerca su capacidad, quizá ha logrado algunos avances, si lo ha hecho, asegúrate de que lo haga bajo supervisión pero que sienta que pude hacerlo por él mismo, esto reduce los berrinches y te libera de estarlo pastoreando todo el tiempo.
Rutinas: los niños lo agradecen, les da certeza de lo que sigue en su día. Te ayuda a identificar sus logros nuevos, pues generalmente saldrán de esa rutina. 
No reacciones: por mas frustrado o asustado que te sientas ante una situación, los castigos, los gritos, los regaños sin sentido y la agresión causan que el momento sea mas grave. Tu eres el adulto pase lo que pase. Detente antes de reaccionar y mejor trata de prever la próxima situación.
Tu bebé no te manipula ni es un tirano: solo está aprendiendo a usar su independencia y necesita probar los límites. Es una persona estrenando su autonomía, es grandioso y retador para todos. Mantente cerca y alerta.
Reconoce los buenos días y los grandes momentos: no te compres la idea de que los dos o los tres años son “terribles”. Puede ser una etapa hermosa, llena de avances y de aprendizajes para ambos, tu bebé empieza a dejar de serlo para convertirse en un niño pequeño. El tiempo no regresa, disfruta en la medida de lo posible y dedica tiempo para no perderte los grandes avances, no permitas que el cansancio y la queja reemplacen esta feliz etapa.
Cada niño es único y diferente: puede o no haber coincidencias con los niños de otras familias, pero el tuyo es único, no se parece a nadie ni tiene que hacerlo. No lo compares y no te compares, cada quien tiene su ritmo, cada quien tiene sus logros. 
Niño ve, niño hace: cuida tu humor, tu lenguaje corporal, no tienes que ser perfecta, ni disimular todo el tiempo, se te puede escapar uno que otro grito, pero trata de ser amorosa, paciente y sobre todo OBSERVA: el mundo está hecho en función de los adultos, descubrirlo cuando eres pequeño es algo inmenso y tú, tu eres su conexión con ese mundo por descubrir, seas mamá o papá, representas su zona de seguridad, lo conocido, lo cómodo, lo cierto… No te desesperes. 

Por último piensa que todo pasa, y a pesar de que siempre lo escuchamos y de que quizá siempre lo decimos, los hijos crecen mas rápido de lo que nos gustaría o de los que nos damos cuenta… Aprovecha y guarda en tu corazón y en tu memoria cada momento, atesora los cambios y trata de fluir con ellos. Los dos no son terribles, los tres tampoco, lo terrible es vivir en una sociedad que cada vez tolera y comprende menos a los niños.
Escrito por: Karla Lara

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