El tema de los estudios y deberes escolares de nuestros hijos, es motivo de charlas bastantes frecuentes entre padres, unos refieren que son motivo de tensión familiar y agobio o que pasan tardes enteras al lado del niño para que pueda rendir. Otros en cambio, dicen que no suelen tener problemas con sus hijos y que sus hijos pueden desenvolverse de manera bastante autónoma, salvo para dudas o cuestiones puntuales.
¿Qué hacen estos padres para que sus hijos estudien y cumplan con sus obligaciones escolares, de manera autónoma, sin terminar en peleas innecesarias? ¿Es posible que rindan académicamente los niños sin agobios, ni persecuciones?
Si, es posible. Que los niños puedan rendir académicamente tiene que ver con una combinación entre capacidad, motivación y hábitos de estudio correctos.
Habrá niños con altas capacidades o muy motivados, que les sean más fácil cumplir con sus obligaciones escolares, sin embargo, la actitud de los padres es importante para ayudar a los niños que no lo tienen muy claro a descubrir o potenciar sus propias capacidades, detectar a tiempo alguna dificultad, conocer con qué puede motivarlo e instaurar hábitos de estudio correctos.
En este sentido, hay ciertas actitudes que tienen los padres frente al estudio, para que sus hijos cumplan con sus obligaciones escolares y lo hagan de manera autónoma, las cuáles veremos a continuación.
10 actitudes correctas de los padres frente al estudio
1.Trabajan el sentido de responsabilidad. Son padres que creen que sus hijos son capaces de realizar tareas de acuerdo a su edad y van delegando responsabilidad, de manera gradual. Así en casa como en el colegio, los niños saben que tienen una serie de obligaciones que tienen que cumplir.
2. Implementan un hábito. Previamente pactan con el niño metas concretas y reales con respecto al tiempo dedicado al estudio. Los niños se acostumbran a que cada día después de (merendar, por ejemplo) es la hora del estudio/repaso/deberes y ya no hay motivo para discutir, pues es un espacio creado dentro de su agenda diaria.
3. Mantienen buenas condiciones para el estudio. Son padres que enseñan al niño a que ubique un lugar de la casa dónde poner el material que necesita para el estudio y un sitio dónde debe trabajar (una mesa, sin mucha distracción, con buena luz) cerca de los padres, en caso de tener alguna duda. Después de estudiar, el niño coloca el material en su lugar y se cerciora que permanece en orden su sitio de trabajo.
4. Confían en las capacidades de su hijo. Son padres que saben que hay algunas materias que se le dan mejor que otras, pero aun las que le cuesta trabajo, terminará por aprender, pues confía en sus capacidades. Guían, pero no hacen su trabajo por él, muestran disposición, pero dejan que el niño lo haga por sí mismo.
5. Están atentos en caso de alguna necesidad especial. En caso de notar cualquier tipo de dificultad, piden ayuda o refuerzo especializado, no demoran la dificultad en el tiempo hasta que se haga cada vez más grande el problema.
6. Refuerzan sus logros. Son padres que elogian cada logro conseguido de su hijo “muy bien” “sabía que lo conseguirías” “te ha costado, pero lo has logrado.” Saben que reforzar sus logros, aumentará la confianza de sí mismo y elevará su entusiasmo por las tareas.
7. Proporcionan experiencias para poner en práctica sus conocimientos. Aprovechan cualquier situación de la vida cotidiana para que pongan en práctica lo aprendido por los libros, por ejemplo, hacer cuentas en el supermercado, hablar en un paseo sobre los ciclos de la naturaleza, hablar en un viaje acerca de la cultura de ese país. Los niños imitan lo que observan en casa. Si les facilitamos experiencias donde puedan llevar a la práctica lo estudiado, motivamos su deseo por aprender cosas nuevas.
8. Motivan su deseo por aprender. Son padres que no sólo les interesa que saquen “buenas notas” sino que expandan sus conocimientos y generar curiosidad en los niños por aprender, de cualquier tema de su interés. Su deseo es estimular su creatividad y sembrar en ellos las ganas de saber más. Por ejemplo: llevarlos a conciertos, para motivarles a aprender música; leer cuentos, para motivar su deseo por leer, etc.
9. Evitan las amenazas y los castigos. Son padres que saben que es más eficaz reconocer los esfuerzos y los logros de sus hijos, que utilizar las amenazas, las descalificaciones o los castigos. Pare ello, necesitan saber qué les motiva y cómo pueden utilizar un premio para estimularlo. Si el niño no consigue lo que quería, saben que es mejor utilizar palabras de ánimo que la crítica. Eso sí, siendo siempre consecuentes con las consecuencias pactadas.
10. Existe relación fluida entre colegio y hogar. Son padres que se mantienen informados de lo que ocurre en el colegio, los objetivos académicos, la relación con los iguales, con el profesor y participan en las actividades cuando se requiere de su presencia. Con ello también trasmiten al niño lo importante que es para ellos su hijo y la vida escolar.
Saber estudiar, es algo que se puede aprender y en necesario llevar a cabo ciertas acciones para que nuestros hijos le saquen el máximo provecho, dejando a un lado las peleas o intentando convencer al niño para que haga los deberes.
¿Te animas a aplicarlos?
Escrito por: Katy Gutierrez.
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