1. Aprender a utilizar su energía.
2. Desarrollar autocontrol
Ser inquieto, solo es un problema cuando no se le sabe sacar provecho, pero si le enseñamos a los niños a canalizar esta energía, lo que antes era un defecto se puede convertir en una gran virtud.
Enseñar a utilizar la energía
Cualquier actividad física divertida nos puede servir. Los deportes son el ejemplo perfecto, especialmente si se practican con algún instructor que les permita a los niños utilizar de manera sana y constructiva su energía.
Convertir las labores del hogar en un juego es otra forma en la que los niños pueden aprender a utilizar su necesidad de movimiento de manera productiva. Algunos ejemplos son: hacer competencias de quien lava mas platos en 3 minutos o concursos de quien acomoda los juguetes mas bonitos.
Cualquier juego o actividad donde el niño se mueva, se divierta y haga algo útil te puede servir, procura que sean poco prolongadas y no muy repetitivas.
Desarrollar Autocontrol
El auto-control al igual que el lenguaje, la honestidad y la informática, es una habilidad que necesita aprenderse y practicarse, no basta con decirle a un niño "Pórtate bien" para que el niño adquiera esta habilidad mágicamente.
Parte importante del auto-control es ser capaz de dominar el impulso natural que tiene nuestro cuerpo de estar en movimiento, es por esto que los juegos de este apartado se componen de una actividad física seguida de unos momentos de inactividad o movimientos controlados.
Las estatuas del museo
La premisa de este juego es que los participantes son estatuas de un museo, cuando nadie las ve, cobran vida y se divierte de lo lindo.
Uno de los jugadores será el guardia del museo, quien al empezar el juego, dará la espalda a las estatuas, mientras el guardia no mire, las estatuas deben brincar, bailar y hacer muecas, pero en el momento en que el guardia se volteé, las estatuas se paralizaran por completo en la posición en la que se encuentren, sin importar lo rara o incomoda que sea.
El guardia podrá caminar entre las estatuas y examinarlas, si alguna estatua se mueve se convierte en guardia, y el ganador será quien sea la última estatua en el museo.
Carrera de velas Inversa
En este juego, todos los participantes serán velas de cera, que se están derritiendo, todos empiezan el juego parados totalmente rectos, poco a poco deben empezar a actuar como si su cuerpo se derritiera, bajando poco a poco los hombros la cabeza, el torso, y así hasta terminar en el suelo, totalmente derretidos, el objetivo del juego es ser la última vela en derretirse. El reto está en moverse lo más lento posible sin detenerse, pues está prohibido quedarse quieto hasta que se toque el suelo.
Estos ejemplos, te pueden servir como base para que tú y tu familia inventen sus propios juegos o retomen juegos clásicos que requieran poner en práctica alguno de los dos aspectos que se deben trabajar con los niños inquietos los cuales son Auto-control y Utilización productiva de la energía. SI estos juegos los acompañamos con afecto y espíritu de competencia, se volverán herramientas invaluables para dotar a tus hijos de habilidades, sin contar que son excelentes para formar lazos de afecto duraderos, y por si fuera poco, son remedios excelentes para combatir el estrés de los adultos.
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