sábado, 7 de abril de 2018

Mi hijo dice groserías.

Como padres es importante estar conscientes de que los niños aprenden imitando a las personas que los rodean, es decir, papás, hermanos, abuelos, principalmente.

Aprender a hablar, por ejemplo, depende en cierta medida de los estímulos externos que reciba el pequeño. Si los papás, hermanos o maestros verbalizan cada acción que realicen, el niño empezará hacer conexiones y a descubrir la utilidad de las palabras para comunicarse.

Durante los primeros cinco años, los niños son capaces de expresarse verbalmente para externar estados de ánimo y necesidades. Las palabras nuevas que aprenda estarán moldeadas en gran medida por el entorno en el que se desarrolle durante esta etapa.
El vocabulario que usamos en casa y en cualquier otro lugar al que vayamos con ellos será el modelo de lenguaje que sigan nuestros hijos. En este sentido, al principio podrá parecer “gracioso” que el niño diga groserías, pero es fundamental que aprenda a expresarse de manera respetuosa hacia los demás desde pequeño.
Estos son algunos puntos a tomar en cuenta para cuidar el vocabulario de tus hijos:

1. A los 5 años, los niños desarrollan en mayor medida su lenguaje, y es probable que durante este periodo incluyan groserías en su vocabulario. En la mayoría de los casos, utilizan dichas expresiones sin entender su significado. Como padres debemos buscar un momento oportuno, evitando que sea en público, para decirles que no es adecuado usar esas palabras y explicarles por qué.
2. Tomando en cuenta que los niños imitan a los adultos, es muy importante cuidar la manera en que nos expresamos al estar frente a ellos. Sobre todo, hay que tener cuidado en la manera en que nos referimos a las personas que no nos agradan, ya que el niño imitará esta acción con las personas que no le caigan bien, y puede llegar a ser irrespetuoso e hiriente.
3. En la edad preescolar, el niño también se da cuenta de que es capaz de provocar reacciones en las personas con las palabras que pronuncia. Como papás debemos evitar reírnos cuando el niño se expresa inadecuadamente, de lo contrario tendrá la idea de que lo que hace es gracioso y está aprobado por sus padres.
4. Los adultos debemos tener presente que los hijos suelen usar malas palabras para expresar sentimientos negativos propios, por eso es importante que cuidemos la forma en que expresamos nuestros estados de ánimo, pues estas acciones pueden definir la forma de hablar de nuestros hijos.
5. Cuando los niños dicen groserías no siempre entienden su significado. En ocasiones es porque están enojados o porque algo les molesta pero también lo hacen para convivir con otros niños, para demostrar que han crecido o para llamar la atención. Mamá y papá deben tratar de aprender lo que el pequeño quiere transmitir al expresarse.

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