Las librerías están llenas de literatura sobre la educación de los niños y la profesión de psicólogo familiar ya no es algo inusual. Sin embargo, la pregunta de cómo criar a los niños sin cometer errores graves sigue siendo recurrente.
Este articulo nos muestra cómo hacer frente a los errores que comúnmente se interponen en el camino hacia una buena educación.
11. Confía en tu hijo
Por supuesto, es mucho más fácil y rápido hacer todas las cosas por tu cuenta sin delegarlas en tu hijo. Pero las ventajas de este tipo de educación son más que dudosas. Después de todo, el pequeño no tendrá oportunidad de aprender a ser autosuficente, aumentar su seguridad en sí mismo y tener confianza en sus capacidades. Los padres deben darle la posibilidad de elegir y tomar parte en la toma de decisiones. Si el niño se acostumbra a que alguien hace todo por él, más tarde le resultará muy complicado tomar decisiones importantes.
10. No lo compares con nadie
Siempre habrá alguien que sea mejor que tu hijo en algo, igual que otros que sean peores. Como resultado de las comparaciones constantes, el niño puede perder la confianza en sí mismo o empezar a competir con todos, tratando de demostrar que es mejor que cualquier otra persona. Esta carrera constante no lo conducirá a la felicidad.
Si comparas al niño, hazlo con él mismo, basándote en cómo era en el pasado. De esta manera le resultará más fácil ver su propio progreso y sus logros: creerá que es posible aprender todo aquello que se proponga.
9. Consulta a un especialista en lugar de buscar en Internet
A menudo, los padres sin experiencia sufren de falta de confianza en la crianza del niño. Y muchos de ellos, buscando respuestas a sus preguntas, piden ayuda en foros en línea. Leen diversos escritos, cuyos autores no son expertos en materia de educación y cuidado o se entregan a recetas "probadas" por las abuelas. Pero a menudo, siguiendo sus consejos, los padres solo contribuyen a aumentar aún más el problema. Si la situación es realmente grave, lo mejor es acudir a profesionales que te ofrezcan un asesoramiento competente.
8. No reemplaces con dinero el amor, la atención y su cuidado
El niño, acostumbrado al hecho de que las compras son la única manera de expresión de amor por parte de sus padres, empezará a exigir más y más. Eso afecta a su carácter: él se vuelve indiferente, terco y calculador. La relación con sus padres se sustentará en el consumo. Y en un futuro, a estos niños les resultará complicado construir relaciones personales felices, además de que también se alejarán de sus padres.
7. No violes su espacio personal
Cuando los padres tienen la vida del menor bajo su control, piensan que así logran la mejor garantía de su seguridad. Pero los "interrogatorios" arrogantes, la invasión de la habitación del niño o leer su correspondencia en Internet, solo consiguen alejar a los padres de sus hijos, mermando notoriamente la relación de confianza.
El niño puede volverse opaco, desconfiado, con dificultades para comunicarse con sus iguales y acabar siendo influido por malas compañías. Por supuesto, para los padres es importante estar atentos, pero sin abusar.
6. No creas que todas tus decisiones tienen graves efectos en su desarrollo .
A menudo, los padres se toman demasiado en serio la educación de sus hijos. Elegir un orinal o un cochecito para el bebé les puede ocupar un par de semanas y una palabra áspera soltada sin querer les provoca una persistente sensación de culpa, recordemos que antes de ser padres se es un ser humano, y como tal seremos falibles.
No debemos creer que cada movimiento torpe causa un trauma irreparable en el niño. Después de todo, su bienestar consiste en la paz y en los buenos tratos que proferimos en el día a día y un error no te convierte en un monstruo. Los desaciertos también hacen parte de la crianza, nos hacen mas conscientes de nuestros actos, nos invitan a reflexionar para mejorar....
5. No inculques estereotipos que puedan afectar al niño
Probablemente todos los padres tiendan a hacer planes con respecto al futuro de sus hijos y su educación. Sin embargo, no se debe olvidar que cada persona es única y tiene sus propios gustos e intereses. Por muy buenas que sean nuestras intenciones, hay que otorgarles a los niños el derecho a tomar sus propias decisiones.
Si constantemente insistes al niño en cumplir requisitos, el entusiasmo irá brillando por su ausencia. Y el deseo de cumplir durante toda su vida las expectativas de sus padres no lleva a la felicidad.
4. No lo mantengas alejado de cualquier dificultad
La mejor manera de evitar errores es no hacer nada en absoluto. Suena tonto. Pero justo a eso, inconscientemente, estamos empujando a nuestro hijo cada vez que lo protegemos de cualquier obstáculo en su camino. Cometiendo errores, los niños aprenden a analizarlos y utiliza esta experiencia en el futuro. No es necesario hacer por ellos lo que pueden hacer por su cuenta. Eliminando el riesgo de sus vidas de forma constante, los privamos de la posibilidad de madurar.
3. Sé consistente: los padres deben estar unidos en los temas educativos y las normas
Cuando los requisitos de la madre hacia los niños son distintos a los del padre, o bien, su estilo de crianza depende de su estado de humor, el niño es el principal afectado. Cuando uno permite y el otro, por el mismo hecho, regaña, al niño le resultará complejo diferenciar lo bueno de lo malo, lo que está permitido y lo que no. Eso provoca ansiedad y conduce a otros problemas, ya que se siente inseguro y, a menudo, tensionado. El niño se ve obligado a elegir el criterio de uno de sus padres y, como resultado, la autoridad del otro cae delante de sus ojos.
2. Evita las discusiones en pareja delante de tu hijo
Por supuesto, los padres necesitan resolver los problemas en su relación y aclarar malentendidos. Sin embargo, no siempre existe la oportunidad de hacerlo sin presencia de niños. En esta situación, debemos tratar de mantener las emociones bajo control, ya que cualquier discusión de los padres genera estrés en el niño. Como resultado, se produce en el hijo una disminución de la capacidad para concentrarse, aumenta la ansiedad, se apena y, en algunas ocasiones, aparece la agresividad.
1. Sirve de ejemplo: evita las contradicciones entre las acciones y las palabras.
La mayoría de los padres tiende a aportar a su hijo los mejores valores. Pero si las acciones de los padres son contrarias a sus palabras, no se lograrán a cambios positivos en el comportamiento del niño. Después de todo, los niños aprenden con ejemplos concretos. Ellos copian el comportamiento de sus padres, sus palabras y hasta su entonación. Si quieres que tu hijo sea respetuoso y amable, asegúrate de que ser tú quien le dé el ejemplo.
Recuerda: no eduques a tus hijos, edúcate a ti mismo, ellos te tomarán como ejemplo.
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