Como padres tenemos que aprender a poner límites a ciertas actividades que hacen nuestros hijos, para garantizar que crezcan como adultos integrales. Por esta razón, muchos expertos han hecho hincapié en la influencia que tiene la televisión en los niños.
Durante los primeros años de tu bebé, probablemente, se quedará contigo en casa, hasta que tenga la edad suficiente de ir al colegio. En este período tienes que superar uno de los retos más difíciles: mantener el equilibrio entre las obligaciones de la casa, el trabajo (si eres madre emprendedora) y la crianza de tu chiquitín.
La televisión debe ser un instrumento de aprendizaje y no de distracción
Frente a este escenario complejo, tratarás de ir resolviendo las necesidades básicas, poco a poco. Bajo esta situación, es que cometemos el error de asociar a la televisión con un elemento de distracción, mientras haces el resto de tus labores cotidianas. El resultado: la educación de tus hijos queda en un segundo plano, frente a un aparato.
Sabemos que lidiar con todas estas obligaciones es algo difícil, pero creemos que con un poco de planificación, vas a poder lograr cada uno de los objetivos diarios. Así tendrás tiempo para ocuparte de tu prioridad principal, que es tu retoñito; y, luego, cumplirás con el resto de tus deberes.
¿Qué pasa cuando un niño ve mucha televisión?
Todos los niños son diferentes, por lo que es difícil saber en qué medida puede afectar o no que vean la televisión por un tiempo prolongado. Ahora bien, de acuerdo con varios estudios, estas son las consecuencias que pueden ocurrir cuando no se controla correctamente este hábito:
No tienen interés por la lectura: la TV resta mucho tiempo para ponerse a leer. Además de esto, se dan cuenta que es más fácil ver imágenes, que interpretar situaciones.
Obtener malas calificaciones: esta distracción los mantiene alejados de sus propias tareas y los efectos no tardan en reflejarse en sus notas.
Mala alimentación y sedentarismo: no es recomendable que este artefacto esté prendido, mientras ellos comen porque no mantienen un ritmo adecuado en la ingesta de los alimentos. Además de esto, no se dedican a hacer deportes o a practicar juegos que impliquen esfuerzo físico.
Problemas de sobrepeso: la inactividad en los niños se convierte en grandes dificultades con su peso corporal. Esto va más allá de un asunto estético, pues se trata de la salud del amor de tu vida, quien se vuelve propenso a sufrir de ciertas enfermedades como la diabetes.
Niños pasivos: la lentitud de las imágenes tiene un efecto sobre sus capacidades de interpretar la realidad. Por lo tanto, cualquier juego emocionante puede parecerles algo muy aburrido.
Poca comprensión de las situaciones que se transmiten: el contenido sexual, el uso de sustancias nocivas y la violencia suelen ser elementos que se repiten en este medio audiovisual. Sin una debida orientación, ellos interpretarán estas conductas como algo normal.
Recomendaciones para mejorar el uso de la TV
Mami y papi deben estar muy atentos con lo que ven los pequeños de la casa, a través de este equipo y otros similares como los ordenadores. De lo contrario, el desarrollo intelectual y emocional de ellos está comprometido y esto se reflejará en sus conductas ante la vida.
Cuando sabemos controlar bien esta situación, podemos convertir a la televisión en un instrumento efectivo de aprendizaje, para reforzar los valores que se enseñan en el hogar, los hábitos de convivencia y desarrollar nuevas capacidades que se pongan en práctica día a día.
Los niños pueden adquirir nuevas destrezas con programas educativos
Por este motivo, queremos mostrarte los efectos positivos que tiene este objeto sobre nuestros hijos.
Trata de mirar programas educativos junto a él y responde sus preguntas abiertamente. Indaga sobre aquello que les llamó la atención y evalúa sus destrezas para memorizar una enseñanza.
Establece horarios adecuados para esta actividad.
Evita esos programas con contenido violento o sexual.
Apágala en las horas de comer, para que se entienda que es un instante especial.
Grabar aquellos materiales educativos y ponlos en el momento que creas oportuno.
Ten en cuenta la edad de tu hijo, antes de colocar un programa.
Nunca es tarde para mejorar las condiciones para que ese ser tan importante tenga la oportunidad de crecer mejor. En tus manos está la solución, confía en tu instinto y hazle comprender que en la vida existen tantas cosas interesantes lejos de la televisión, que valen la pena conocer
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